Para que conste. Los sectores sensibles a los tipos de interés han sido asfixiados por una postura excesivamente restrictiva de la Reserva Federal desde 2023, y 2026 debe marcar el momento en que la política finalmente permita que estas partes de la economía vuelvan a respirar. La anomalía persistente de que el rendimiento del Tesoro a dos años esté por debajo del tipo efectivo de fondos federales durante el periodo más largo del periodo posterior a la crisis financiera financiera es un veredicto claro del mercado: la Fed de Powell ha estado demasiado ajustada durante demasiado tiempo. Aunque la inflación se ha enfriado y los indicadores prospectivos se han suavizado, el mercado laboral se está debilitando, la Fed ha insistido en mantener la política en un territorio muy restrictivo, ampliando la desconexión entre los tipos de equilibrio implícitos en el mercado y la vía oficial de la política. Este desajuste ha suprimido la formación de crédito, ha afectado a la vivienda y otros sectores sensibles a los tipos de tasas, y ha retrasado el comercio normal en los primeros ciclos. En mi opinión, en 2026 el comercio de los primeros ciclos vuelve a estar de regreso. La institución requiere algo más que un simple giro cosmético; Necesita un reinicio estructural. Instalar un nuevo presidente de la Fed como Kevin Hassett sería un primer paso importante para realinear la política con las señales del mercado, priorizar el crecimiento y modernizar el marco de la Fed para un ciclo impulsado por la oferta e intenso en capital. Bajo tal liderazgo, 2026 podría ser el año en que los sectores sensibles a los tipos de interés finalmente salgan del estrangulamiento inducido por la política y lideren una nueva fase de expansión.