Al estilo clásico de Matt Levin, todo es fraude de valores y todo es error de comunicación. Una cosa está muy clara: los usuarios han sido advertidos repetidamente, por Kash, en vídeos y en Twitter, que su material estaba aislado. Una y otra y otra vez. Hasta que los atraparon. En DeFi, la confianza lo es todo y la confianza ha sido violada.