Tener miedo de pedir ayuda es un rasgo de la persona pobre. Una de las mayores diferencias entre los ricos y los no ricos, según mis observaciones, es que a los ricos no les importa pedir nada, conveniente o no, porque no le atribuyen culpa, vergüenza o un sentido de deuda. Es por eso que hacen las cosas más rápido y construyen relaciones que se agravan. Mientras tanto, muchas personas no ricas operan desde un espacio de supervivencia y se ven a sí mismas como una carga, por lo que internalizan no pedir nada y hacer todo solo como dignidad propia, lo cual es contradictorio con el éxito.