Si tu objetivo es hacer que personas con diferentes opiniones trabajen a través de sus diferencias para intentar acercarse a lo que es verdadero y qué hacer al respecto (debate de mente abierta), dirigirás tu reunión de manera diferente que si su objetivo es educar. Debatir lleva tiempo, y ese tiempo aumenta exponencialmente dependiendo del número de personas que participan en la discusión, por lo que debes elegir cuidadosamente a las personas adecuadas en las cantidades correctas para adaptarse a la decisión que necesita tomarse. En cualquier discusión, intenta limitar la participación a aquellos a quienes más valoras en función de tus objetivos. La peor manera de elegir a las personas es basándose en si sus conclusiones se alinean con las tuyas. El pensamiento grupal (personas que no afirman opiniones independientes) y el pensamiento en solitario (personas que no son receptivas a los pensamientos de los demás) son ambos peligrosos. #principleoftheday
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