Aunque decepcionante para muchos, creo que es importante darse cuenta de que todos en ese equipo han contribuido enormemente al éxito actual de Ethereum. No importa si fue una decisión técnica o de negocio. El resultado es el mismo: un grupo muy creíble de constructores decidió no validar la hoja de ruta de L2. ¡Lo cual está bien! Esto es una buena noticia si Ethereum descubre por qué y cómo mejorar, y no solo técnicamente. Debería ser igualmente prometedor elegir un L2 sobre un L1 por razones financieras, técnicas e intrínsecas para que la hoja de ruta de L2 sea validada. Aún no lo ha hecho, esa es la verdad. Se aprenderán muchas cosas, se mejorará mucho, y la sociedad en su conjunto, con suerte, mejorará. Volvamos a construir.