Cada obstáculo es soportable cuando te mueves con intenciones genuinas. Caer aquí, quedarte corto allí. Brutal, pero siempre sigues adelante porque realmente elegiste el camino en el que estás. Compara esto con aceptar un trabajo, embarcarte en un camino o tomar una decisión que nunca quisiste realmente por miedo. La más mínima inconveniencia de repente se siente como tortura porque tu conciencia sabe que te traicionaste a ti mismo. Puedes manejar cualquier desafío que la vida te presente siempre que respetes la voz de tu alma. La única forma de aumentar la resiliencia es teniendo el coraje de escucharla.