Imagina un futuro donde las IA están constantemente clasificando la reputación y los intereses humanos. Para ellas, somos una especie alienígena que vive en una realidad fragmentada. ¿Utilizarán las redes sociales, basadas en algoritmos cerrados y motivaciones de los anunciantes? ¿O utilizarán archivos puros de atestaciones abiertas y trazables? La respuesta es clara.