Las Escuelas Públicas del Condado de Fairfax permitieron que un chico entrara al vestuario de las chicas y las viera cambiarse de ropa. Una chica de primer año le dijo a un profesor. El profesor dijo que tenía las manos atadas. La estudiante se lo contó a su mamá. La mamá se lo dijo a los administradores de la escuela. Los administradores le dijeron a las chicas que se cambiaran más rápido.