Durante el día, muchas personas me preguntan qué opina el hermano Jian sobre el futuro del mercado, y siempre les respondo con calma que a largo plazo soy optimista, que espero la reducción de tasas y que no hay nada de qué preocuparse. Pero por la noche, me encuentro solo mirando mi posición, sintiéndome incómodo, sin poder dormir, dándole vueltas a la pregunta de qué debería hacer.