Los jueces activistas liberales han sido implacables en su disposición a anular al presidente Trump. Todo lo que necesitan es cualquier demanda de izquierda presentada para darles la oportunidad de apoderarse de los poderes de la presidencia. Afortunadamente, la Corte Suprema ha detenido la mayoría de sus intentos de interferir con el presidente Trump. Sin embargo, ese activismo ocurre en todos los niveles de la sociedad y no todos pueden hacer que la Corte Suprema intervenga tan rápidamente como lo puede hacer el presidente. Los jueces activistas de izquierda a nivel estatal y local a menudo se comportan de la misma manera. Doblan las reglas para permitir demandas ridículas por motivos políticos. Estas demandas a menudo ralentizan la economía y aumentan los costos, obligando a las familias a pagar el precio. Un "impuesto por daños" oculto carga a todos cada año. Las demandas frívolas añaden gastos a todo en la vida: $1,600 por individuo, totalizando más de $5,200 para un hogar. Ese es dinero que se podría gastar mejor en necesidades esenciales como comida, vivienda, educación o un merecido viaje familiar. Las pequeñas empresas pagan el precio. Las demandas pueden llevar a la quiebra a una pequeña empresa y detener su crecimiento o contratación. A menudo no pueden permitirse la batalla legal, a diferencia de las corporaciones más grandes. Esto es una carga general para la sociedad.