Me encanta conducir, especialmente mi Tesla. Y nada arruina un gran viaje como un muro de tráfico. Dejo que el FSD tome el control durante 10 minutos mientras me relajo. Cuando el tráfico se despeja, agarro el volante y reanudo la conducción. El FSD no está renunciando al control. Se trata de renunciar al estrés y la tensión que arruinan un viaje.