Muchas personas no quieren vender cuando sube, y cuando hay una corrección, tampoco quieren vender, y al final, la mayoría de las veces, terminan atrapados y su inversión se reduce a 0. En realidad, hay un método muy simple: imagina que nunca has tenido esta moneda, solo observa el precio actual y pregúntate si realmente quieres comprar. ¿Tienes una razón fuerte para comprar? Si no la tienes, ¿por qué no quieres vender?