El lado profundamente cultural de las criptomonedas, que en mi opinión vive principalmente en el arte digital y los NFTs en este momento, es la parte más subestimada y menos apreciada de toda la industria... pero no por mucho tiempo. Muchas veces se considera que no son una inversión o la gente simplemente no está dispuesta a tomarse el tiempo para entender lo que está sucediendo, lo que ha llevado a una enorme falta de exposición al corazón del movimiento cripto. Los últimos años de hipertokenización dilutiva, ICOs de mil millones de dólares han agotado la magia de la mayoría de las monedas fungibles. Operar con muchas de ellas se está convirtiendo en un esfuerzo masivamente -EV para la mayoría de los traders en un mundo ahora dominado por bots de IA y asignaciones internas. Todo está llegando a la cadena... finanzas, RWAs, procesos... simplemente estar en la cadena no será 'nativo de cripto', será la norma y la expectativa. Este es el momento en que la liquidez fluye hacia los activos digitales escasos que preservan nuestra cultura. Porque son eternos, y hay pocos de ellos, y son significativos.