Uno de mis mejores recuerdos de trabajar con Bora fue verla dar una charla en Seúl. La charla fue en coreano, y aunque no entendí ni una palabra de lo que dijo, me cautivó su presencia en el escenario y la forma en que dominaba a la audiencia. Es una joya rara que no solo comprende el espacio, sino que también tiene las habilidades interpersonales necesarias para atraer a más personas. Contrátala.