Los días de Revolut están contados - sí, escucho esa misma línea todos los días. El "próximo Revolut" tiene la historia típica: construido por tres ex-empleados de Revolut que se aburrieron, un "neobanco" nativo de crypto y web3, más algún mágico on/off-ramp offshore. Si realmente crees eso, acabas de ser engañado por un manual de marketing crypto de moda. Literalmente ponen "ex-Revolut" en la primera frase de la presentación. Noticia de última hora: Revolut tiene doce mil personas. Doce. Mil. Si veinte de ellos se van a iniciar un neobanco, eso no es una amenaza, es un error de redondeo. Es como decir que el próximo equipo de Fórmula 1 será el hermano de Lewis Hamilton y su mecánico favorito que arregla su Merc. ¿Y esos rampas "propietarias"? Normalmente son solo una puerta giratoria de EMIs aleatorios, posiblemente lituanos, de los que nunca has oído hablar, cada uno podría suspender el servicio sin previo aviso. Un correo electrónico de KYC del proveedor, y ¡puf!, felicidades, tu revolucionaria app bancaria es ahora una billetera crypto con pasos adicionales. Claro, algunas de estas startups realmente lanzan características interesantes primero. Respeto. Pero Revolut no necesita lanzar la característica primero para ganar el juego. Tienen los datos, la escala y el cofre de guerra regulatorio para copiar lo que realmente funciona. Luego lo implementan a sus 70 millones de usuarios mientras tu neobanco nativo de #web3 #crypto todavía está suplicando por una ronda puente. No vas a replicar Revolut contratando a algunos de sus gerentes de producto de nivel medio y alquilando un WeWork en Dubái. Revolut es una bestia monstruosa, localizada, infestada de cumplimiento que tomó diez años de puro dolor construir. El próximo Revolut es Revolut. Fin del desahogo.