Los centros de datos espaciales son un problema de ciencia de materiales: 1MW necesita de 2,800 a 10,000 m² de radiadores en el espacio (radiación térmica solamente, ~100-350 W/m²). En la Tierra, las torres de enfriamiento utilizan convección + evaporación y ocupan una fracción de ese espacio. El satélite se convierte en un gran disipador de calor con computadoras adjuntas. Se requerirá un material diseñado que pueda hacer que los radiadores térmicos espaciales sean más pequeños.