Esto no es una exageración. Es un gran trabajo de DTCC y una apuesta por la blockchain como infraestructura antifrágil, con producción prevista para el segundo semestre de 2026. Si se escala, catapulta la tokenización de un nicho cripto a un estándar global y se convierte en una función de presión para la industria (adaptarse o atrofiarse). Están trabajando en silencio y dejando que las implicaciones hablen por sí mismas. Es un código para democratizar el acceso mientras se fortifica contra choques como las repercusiones de FTX en 2022. ¿Histórico? Sí. ¿Inevitable? Absolutamente.