Hoy fui a Disneyland en Shanghái y descubrí que tener dinero en la vida y estar dispuesto a gastarlo es realmente un placer. Básicamente, todo el camino fue con luz verde, conduciendo por el carril VIP. Algunos juegos tienen colas de al menos una hora, pero con dinero puedes acceder al camino rápido, gastando dinero para comprar tiempo; en dos horas ya había disfrutado de todas las atracciones divertidas. Hermanos, ¡deben ganar dinero para poder disfrutar de la verdadera vida!