El hackeo que acaba de ocurrir nos hará vivir el mayor escándalo de la era de internet. ¿Cómo pueden caer datos confidenciales, que abarcan todos los procedimientos judiciales del país, en manos de hackers? ¿Cómo han podido caer en manos de hackers datos de la Agencia Tributaria, es decir, información sobre el registro financiero de particulares y empresas? No sé si somos conscientes de la magnitud del hackeo. Si los datos de 16 millones de particulares han sido efectivamente pirateados, eso significa que redes criminales, estados extranjeros o incluso particulares podrán acceder a ellos. Aquellos que están en la lista ya no tendrán vida privada. Todos estarán en peligro. En este archivo, hay testigos de casos judiciales. El Estado se suponía que debía protegerlos. A partir de ahora, tendrán un blanco en la espalda. En este archivo, habrá datos financieros de millones de personas, incluyendo probablemente a personas adineradas y que ni siquiera están expuestas en las redes sociales. Ayer eran anónimos. Mañana, serán secuestrados por un rescate. EL ESTADO LOS PONE A TODOS EN PELIGRO. Sabíamos que no era capaz de protegernos físicamente, pero ni siquiera es capaz de proteger nuestros datos. Este mismo Estado quiere pedirte tu documento de identidad para usar internet, y por lo tanto, registrarte. La próxima vez, todas tus credenciales de redes sociales se filtrarán. Es simplemente sin precedentes. Ya es demasiado. El Estado debe rendir cuentas. Cuando pagamos impuestos, el contrato social implica que a cambio el Estado protege a sus ciudadanos. No ponerlos en peligro. Los franceses deben exigir una investigación y los responsables de este fracaso deben ser llevados ante la justicia. Es vergonzoso.