No creo que nadie esté realmente preparado para enfrentar la realidad de las tendencias cinematográficas. Los monjes están escribiendo furiosamente su caligrafía, asumiendo que la imprenta es una moda pasajera. La revolución no será de arriba hacia abajo. Será de abajo hacia arriba, con los creadores eludiendo a los guardianes por completo, yendo directamente a los consumidores, creando sus propios géneros y canales de distribución, elevando sus propios premios. Es claro para cualquiera que preste atención. Estas viejas tradiciones simplemente no sobreviven a la revolución mediática sin cambios.