Una de las cosas más extrañas en estos días es ver a chicos en sus 20 años que no tienen suficiente dinero para salir, festejar, disfrutar de la vida nocturna, etc. Mientras tanto, los boomers están gritando y riendo, desesperados por sentirse como adolescentes de nuevo y divirtiéndose cada noche. Tan invertido y retorcido.