Recuerdo que a principios de año, cuando Trump lanzó su criptomoneda, todo el mercado estaba lleno de júbilo — como si Trump hubiera llegado, la ciudad de los gansos estaba en paz; Trump llegó, y el cielo se despejó. Al final del año, nos dimos cuenta de que, Trump efectivamente llegó, solo que trató al mundo cripto como un ATM. Lo que se debía sacar, se sacó; lo que se debía cortar, se cortó; dejó solo a nosotros, estos viejos "chivos" que aún estamos revisando 2025.