Que el jefe empiece a sentirse ansioso es, en cierto modo, algo bueno, ya que indica que antes no había un sentido de urgencia y que el equipo estaba un poco desorganizado, lo cual es normal. El jefe que solo transmite ansiedad pero no encuentra la solución es un tonto, lo que demuestra su incapacidad y su rabia descontrolada que no se adapta a los tiempos actuales. Teniendo claramente la solución delante, pero negándose a tomarla, es debilidad, pereza y complacencia. Si uno está dispuesto a tomarla, la enfermedad se cura. Sin embargo, tomar la medicina es doloroso, y la mayoría de las personas nunca logran superar esa montaña en su corazón hasta el final.