¡El derroche, el fraude y el abuso desenfrenados en nuestro estado de bienestar son alarmantes! Cada estadounidense necesita despertar y mirar detenidamente cómo sus gobiernos federal, estatal y local gastan sus duramente ganados dólares de impuestos. Debemos responsabilizar a cualquiera que esté cometiendo o tolerando fraude y EXIGIR que los gobiernos estatales y locales REEMBOLSEN al gobierno federal — y, en última instancia, a los contribuyentes — INMEDIATAMENTE por cualquier fraude que involucre dólares federales.