Su padre tiene síndrome de Down. Los médicos dijeron que no podría criarlo... Pero estaban equivocados. Michael trabajó, aprendió, estuvo a su lado en cada paso del camino. Su madre se fue cuando ella tenía seis meses, pero él nunca lo hizo. Hoy, ella estudia en la misma universidad, y él la aplaudió en su primer día y en su graduación.