Cuando estaba en la escuela, mis compañeros de cuarto tenían niños rurales que venían a reportarse con bolsas tejidas. Ahora, si no es un genio, los abuelos comenzarán a trabajar duro, pero los esfuerzos de los padres serán difíciles para apoyar esa escuela. Este ya es el caso de la realidad social, la educación no puede cambiar el destino y las reglas después de la graduación son más justas.