Este es un intento de intimidación. Donald Trump ha estado despidiendo a trabajadores federales desde el primer día, no para gobernar, sino para asustar. Esto no es nada nuevo y no tiene nada que ver con la financiación del gobierno. Estos despidos innecesarios serán anulados en los tribunales o la administración terminará contratando a los trabajadores nuevamente, tal como lo hicieron esta semana.