Alex Jones acaba de llamar al farol de YouTube, y se retiraron al instante. Después de que la empresa matriz de YouTube anunciara el fin de la censura política, alegando que los creadores previamente prohibidos eran "bienvenidos a regresar", Jones puso a prueba su nueva política. Lanzó un nuevo canal en lo que se describió como una "prueba de estrés" del mundo real de su compromiso con la libertad de expresión. El resultado fue una exposición definitiva de la hipocresía. Ganando más de 100,000 seguidores en cuestión de horas, el rápido crecimiento del canal demostró una clara demanda pública. Sin embargo, en aproximadamente 12 horas, YouTube lo canceló abruptamente, demostrando que su política de "puertas abiertas" era una mentira. Su justificación posterior, llamándolo un "programa piloto" limitado, confirmó que todo el anuncio era un truco fraudulento de relaciones públicas diseñado para engañar al público y a los legisladores. Los oligarcas tecnológicos han mostrado su mano: su compromiso con la libertad de expresión es cero. La promesa era libertad; La realidad es la misma vieja censura.