Los investigadores están explorando el uso de ultrasonidos / campos electromagnéticos de baja frecuencia y baja intensidad para tratar el Alzheimer y la demencia. La idea es que la aplicación de estos pulsos suaves puede ayudar a estabilizar o reparar los microtúbulos (pequeños componentes estructurales dentro de las neuronas) y evitar que se descompongan, un proceso que está implicado en la pérdida de memoria. En estudios preliminares y de laboratorio, las células tratadas mostraron una reducción de la separación microtúbulo-tau (tau es una proteína que se agrupa en el Alzheimer) y una mejor salud neuronal.