Sam Altman tiene toda la razón aquí. Elon Musk se alejó de OpenAI hace años, trató de absorberlo en Tesla y ahora actúa como un visionario traicionado cada vez que tiene éxito. No puedes llamarlo "robar una organización sin fines de lucro" cuando la abandonaste, descartaste sus oportunidades y luego la demandaste una vez que supera tus propios proyectos. Este flujo constante de demandas, conspiraciones y trucos de relaciones públicas no está "protegiendo a la humanidad", es un intento de frenar la competencia. El progreso no espera a los egos heridos.