Los ingresos directos importan menos cuando se trata de una cadena de bloques de infraestructura pública como Ethereum, impulsada por un activo de reserva de valor como ETH. El objetivo no es extraer dinero de los participantes; es ofrecer el máximo valor al menor costo posible. La fuerza de Ethereum radica en el próspero ecosistema que respalda. Esta instantánea mensual muestra que por cada $ 1 que Ethereum gana directamente, se estima que $ 19 fluyen al ecosistema circundante. Ese efecto multiplicador es el sello distintivo de una cadena de bloques exitosa donde la creación de valor supera con creces los propios ingresos del protocolo.