Muchas mujeres no lo saben, pero los hombres tienen puntos de sangrado mental. Es donde escapamos mentalmente de lo mundano de la vida cotidiana. Comprar comestibles, pagar facturas y arreglar trituradores de basura y cosas en la casa. Nos imaginamos desangrándonos lentamente en un lugar hermoso después de salvar a nuestras familias en la batalla, a nuestros amigos o incluso a un autobús lleno de huérfanos. La mayoría de los muchachos tienen uno en la cabeza. Es como un día de spa mental para hombres. Es cuidado personal.