Si quieres entender lo solas que están las personas hoy en día, habla con un extraño en un lugar que visites regularmente. Gimnasio. Café. Abacería. Recuerda el nombre. Sé auténtico. Golpea la sección transversal de intereses. Cada vez que los veas a partir de entonces: la cara se ilumina. Los ojos se abren como platos. La sonrisa se rompe. El listón nunca ha estado más bajo para ser un unicornio social.