Marjorie Taylor Greene dimite del Congreso y advierte a los estadounidenses que "no hay ningún plan para salvar el mundo y no se juega ajedrez 4D", insistiendo en que ambos partidos ya han traicionado al pueblo. Dice que nunca cambió, pero rompió con su partido por los visados H1B, la toma de control por IA, hipotecas a 50 años, el fin de guerras extranjeras y la exigencia de la liberación total de los archivos Epstein. Greene añade que ningún país extranjero tiene derecho a influir en los pasillos del Congreso de EE. UU.