Durante el ataque nocturno sobre Taganrog, las fuerzas ucranianas destruyeron dos aviones rusos, uno de los cuales se había utilizado para probar armas láser. Las imágenes satelitales confirman que el ataque al Complejo Científico y Técnico de Aviación Beriev Taganrog destruyó dos aviones e infligió daños adicionales a la infraestructura de la instalación. Uno de los aviones destruidos fue el A-60, un laboratorio experimental de vuelo utilizado para pruebas de armas láser. El segundo fue un A-100 (sin radar), el avión ruso de nueva generación de alerta temprana y control aéreo. La planta también sufrió daños significativos, incluyendo el taller de ensamblaje final.