He estado reflexionando sobre nuestro episodio con Corey Frayer, el teniente de Gary Gensler, esta semana. Hay algo que ojalá le hubiera dicho. Lo que nos cabreó de la cruzada Gensler y la Operación Chokepoint fue la absoluta soberbia. Utilizaste instituciones americanas sagradas para atacar una industria que no te gustaba por razones ideológicas. En palabras de un juez en un juicio que perdiste: fue arbitrario y caprichoso. Y al usar la SEC, el OCC y el DOJ como armas ideológicas, dañaste la legitimidad de estas grandes instituciones a las que dices servir. Ahora que las criptomonedas luchan por su supervivencia, estás reclamando dinero en política y corrupción. Antes de que critiques, mírate al espejo: tú has causado esto. Decenas de millones de estadounidenses quieren acceso a cripto y finanzas descentralizadas; por eso existe esta industria. Nunca tuviste la autoridad para bloquearles el acceso. ¿Esperas que todos nos rendamos y moramos? No, no confiamos en los bancos cripto más de lo que confiamos en ti. Pero la verdadera criptomoneda no nos pide confianza. La criptomoneda verdadera devuelve el poder al individuo. Eso es algo que nunca reconociste y luchaste por hacer imposible. Pero lo estamos haciendo con DeFi. Protocolos, no personas. Código, no reyes.