La mayoría de la gente se rinde justo antes de que por fin empiece a tener sentido. Al principio, todo resulta emocionante. Es nuevo. Está fresco. Ves el potencial, la libertad, el éxito. Te sientes imparable. Entonces aparece la realidad. Empiezas a darte cuenta de cuánto trabajo realmente requiere. Las horas. El silencio. La disciplina. Al principio, luchas con motivación, pero la motivación se desvanece. Pronto, chocas contra la pared. El progreso se ralentiza. Los resultados no están a la altura del esfuerzo. Empiezas a dudar de ti mismo, Y el sueño que antes te iluminaba ahora se siente pesado. Ese es el momento en que la mayoría de la gente lo abandona. No porque no puedan venir, sino porque no se dan cuenta de lo cerca que están. Todo gran objetivo tiene un punto de ruptura. Ese momento en el que parece imposible, no es el final. Esa es la transición. Es el punto en el que el crecimiento pasa de externo a interno. Tus habilidades están ahí, tu base está forjada, Pero tu mente aún no se ha puesto al día. Y por eso se siente tan difícil. ...