Estados Unidos ha sido aprovechado durante décadas por la Unión Europea y sus estados miembros. Desgraciadamente, nuestros débiles presidentes en Estados Unidos nunca han luchado por acuerdos comerciales justos con países europeos ni han obligado a los miembros de la OTAN a asumir su peso en la defensa. Como resultado, Estados Unidos acaba subvencionando los costes de defensa y sanidad para la mayoría de los países europeos. A pesar del reciente acuerdo comercial que el presidente Trump firmó con la UE, siguen aprovechándose de nosotros en los costes de los medicamentos. Las empresas farmacéuticas europeas ya no tienen ningún incentivo para desarrollar nuevos medicamentos debido a los cambios regulatorios. Así que todos los nuevos medicamentos solo vendrán de la investigación estadounidense, y los países europeos impondrán precios bajos para sus ciudadanos, obligando a los estadounidenses a pagar precios más altos y a pagar la cuenta. Los estadounidenses pagan tres veces más por medicamentos que los europeos debido a este lío regulatorio. En pocas palabras, la UE, India y China simplemente copian cualquier nuevo medicamento que EE. UU. invente e ignoran patentes y derechos.