Mi apetito por el riesgo ha cambiado muchísimo desde el último ciclo hasta este. No creo haber hecho apuestas arriesgadas este año, salvo invertir una buena parte en HYPE y AESTER, lo cual es bastante irónico. Creo que viene de darme cuenta de cuánto dinero perdí en el ciclo anterior. Siendo dos años más joven entonces, no comprendía realmente el valor real de ese capital. Ver dólares en una pantalla no genera la misma fricción que darse cuenta de lo que esos valores representan fuera del monitor y en el mundo real.