Hace dieciséis años, juré servir a esta ciudad extraordinaria. Hoy me despido con el corazón lleno de gratitud. Miami, me has desafiado, inspirado y moldeado. Desde nuestros barrios hasta nuestro horizonte, desde momentos de crisis hasta momentos de celebración, ha sido el honor de toda mi vida servir a la gente de esta ciudad. Este capítulo se cierra, pero mi amor por Miami nunca lo hará. Gracias por la confianza, la pasión y la fe incansable en lo que podemos ser juntos.