En una nueva declaración jurada, el detective de Providence, Ryan Fedo, parece encubrir hechos embarazosos que los policías nunca pensaron ni intentaron entrevistar al conserje del edificio (antes de que él se presentara voluntariamente) que durmió en el sótano del edificio donde un inmigrante portugués disparó a 11 personas, antes de disparar al profesor del MIT.