Escribir una buena novela no es fácil Últimamente he intentado escribir mucho contenido, pero he descubierto que para escribir realmente una novela, especialmente si quiero que se convierta en un clásico, necesito escribir con determinación ardiente, para que el libro tenga alma. Las historias suelen ser las más simples, son solo esqueletos, y las palabras son carne y hueso, y en última instancia el alma requiere una concentración extrema y una fusión completa.