Hay que amar que el mercado trate los datos de NFP y IPC de octubre y noviembre como obsoletos (incluso amañados) mientras que de alguna manera considera esta cifra del PIB distorsionada por las importaciones, que se suponía que debíamos recibir a finales de octubre (un retraso de 2 meses), como algo muy significativo y relevante para las condiciones económicas actuales.