La Knéset israelí presentó un controvertido proyecto de ley respaldado por la coalición de Netanyahu en una votación preliminar ayer, 24 de diciembre de 2025, para establecer una investigación influenciada por el gobierno sobre el ataque de Hamás del 7 de octubre, en lugar de la comisión estatal independiente exigida por las familias de las víctimas y gran parte del público. La sesión se sumió en el caos, con legisladores de la oposición gritando "vergüenza", rompiendo copias del proyecto de ley y algunos siendo expulsados de la cámara. Los críticos, incluidas familias en duelo y líderes de la oposición, acusan la propuesta de ser un "blanqueamiento" politizado que permite al gobierno controlar la composición y el mandato del panel, protegiendo potencialmente a los funcionarios de la plena responsabilidad por fallos en inteligencia y seguridad, así como por siniestras conspiraciones potenciales Estallaron protestas dentro de la Knéset y en todo Israel, con familias de los fallecidos y antiguos rehenes insistiendo en una comisión estatal verdaderamente independiente—nombrada por el presidente del Tribunal Supremo—para examinar a fondo los hechos y prevenir futuros desastres. El proyecto de ley ahora se dirige a comité para una mayor deliberación.