EL AMAZONIA ES AHORA UNA FÁBRICA DE CARBONO, NO UN SUMIDERO DE CARBONO El año pasado fue la peor temporada de incendios en más de dos décadas, convirtiendo la selva amazónica en un emisor neto de carbono por primera vez. Los incendios liberaron 791 millones de toneladas de CO₂ —equivalentes a las emisiones totales de Alemania— provocados por la sequía, el cambio climático y la apropiación criminal de tierras. Aproximadamente 3,3 millones de hectáreas se incendiaron, siendo Brasil y Bolivia los más afectados. Por primera vez, los daños por incendio superaron a la deforestación como principal fuente de carbono. Los científicos advierten que, desde arriba, los bosques degradados pueden parecer intactos, pero han perdido su biomasa, función y estabilidad climática. Fuente: Biogeociencias