En 1996, un pingüino rey llamado Lala se convirtió en una celebridad local en Shibushi, Japón. Rescatada por la familia Nishimoto tras resultar herida en una red de pesca, Lala se negó a regresar a la naturaleza. Vivía en una habitación con aire acondicionado en su casa y era famoso por ir solo al mercado de pescado con una mochilita diminuta. El pescadero le daba un pescado fresco y guardaba otro en su bolsa para el viaje de regreso.