Solía pensar que ser contratado para soltar la bomba de la verdad (y valorar hacerlo con cuidado) era un papel difícil pero digno, pero ahora sé que las verdades crueles son más propensas a desestabilizar organizaciones altamente disfuncionales. El resultado más probable de una bomba de la verdad en esta línea de tiempo NO es un giro mágico, sino más bien un sistema MÁS disfuncional atrapado en una guerra cultural de suma cero. Evítate el dolor y encuentra un equipo de quienes dicen la verdad.