En las últimas décadas, solo un puñado de intervenciones gubernamentales ha sido ampliamente considerado como éxitos. La Operación Warp Speed es una de ellas. También lo es la Ley CHIPS, el programa de 39 mil millones de dólares que catalizó un enorme auge de inversión en la fabricación de semiconductores en suelo estadounidense. ¿Qué podemos aprender sobre la política industrial y la capacidad estatal de este programa? En Configuraciones de Fábrica (una nueva serie de IFP, el equipo inaugural de liderazgo de CHIPS explicará qué salió bien y qué necesita ser corregido. El equipo eligió el nombre Configuraciones de Fábrica porque gran parte de lo que CHIPS experimentó se redujo a los valores predeterminados: las formas heredadas en que el gobierno está diseñado para operar. Esos valores predeterminados a menudo dificultan, en lugar de facilitar, la entrega. Cada ley, cada regulación, cada proceso, cada mecanismo de supervisión fue construido por una razón, pero juntos han creado un sistema que no fue diseñado para el desafío de la gobernanza del siglo XXI. Es hora de actualizar las configuraciones de fábrica del gobierno.