Cuando crees que una persona es realmente impresionante y tiene logros, decides seguirla, debes seguirla a fondo, 3 años, 5 años, 10 años... Las personas impresionantes seguirán siendo impresionantes, incluso si enfrentan un período de baja, siempre que no tengan deudas graves, o problemas de salud importantes, o hayan perdido la voluntad de levantarse de nuevo, aún pueden recuperarse. Porque su conocimiento, experiencia, pensamiento comercial, campo de energía, perspectiva, capacidad de ejecución, juicio, liderazgo, influencia, capacidad para ganar dinero, capacidad para obtener información, habilidades de comunicación, etc., todos estos activos intangibles, aún están ahí. Debes intercambiar tiempo y lealtad por confianza, no quejarte, creer en él, ser obediente, poder soportar dificultades, no traicionar fácilmente. No puedes ser excesivamente admirador de los fuertes, y al ver a alguien mejor, salir corriendo de inmediato. Tú no tienes nada, no tienes experiencia, no tienes dinero, no tienes recursos, no tienes habilidades, no tienes poder, no tienes amigos talentosos, si quieres que una persona talentosa te guíe, además de pasar muchos años siguiendo tontamente, escuchando tontamente, y demostrando con tu capacidad que mereces quedarte al lado de esa persona talentosa, ¿qué más puedes hacer? Un momento crees, admiras y sigues a A, al siguiente parece que A no puede ayudarte, no te hace ganar dinero rápidamente, y no estás satisfecho con la repartición, así que corres a seguir a B; ves que B tampoco puede, después de unos meses, saltas a C. Este tipo de personas tienen muchas dudas, no acumulan confianza en ningún lugar, no tienen amigos. Sin acumulación de confianza, sin conocer el corazón de las personas con el tiempo, ¿quién te guiará? Los grandes tienen recursos, también pueden dárselos a otros, ¿por qué habrían de dártelos a ti? Si quieres convertirte en alguien, sigue a esa persona a largo plazo, entra en su círculo, sumérgete en ese entorno y trabaja arduamente por él, es lo más fácil para tener éxito. Las personas que dependen de su propia exploración, sin que alguien talentoso las guíe, casi nunca les va bien; si una persona talentosa lo eleva, y él es desagradecido, no quiere agradecer ni retribuir, y piensa que es por su propio esfuerzo, y cambia su actitud hacia la persona talentosa, esa persona también caerá.