Los jóvenes estadounidenses se sienten dejados de lado y creen que AMBOS partidos les están fallando. Salen de la universidad, habiendo sido toldos que era necesario para tener éxito, cargados de deudas, luchando contra extranjeros en un mercado laboral desafiante y excluidos de la posibilidad de ser propietarios de una vivienda. Mientras tanto, cuando revisan las noticias, lo único que ven son políticos hablando sobre la necesidad de patrullar el globo, cazando monstruos extranjeros, y la obligación del gobierno de proporcionar asistencia financiera a todos bajo el sol, excepto a los ciudadanos estadounidenses. La derecha puede seguir ignorando esto mientras proclama una "Era Dorada" y adapta políticas a los estadounidenses de 50 años o más porque "votan" en mayor número, o cambiar de rumbo y comenzar a hablar y proponer soluciones políticas reales a una nueva generación de estadounidenses votantes, incluso si algunas de las soluciones parecen estar en desacuerdo con el conservadurismo fiscal tradicional. La falta de adopción y aceptación de esta nueva versión populista del republicanismo empujará a estos jóvenes hacia el rincón demócrata durante décadas y llevará a la declinación permanente no solo del Partido Republicano como un partido nacional viable, sino también del conservadurismo en general.